La Inspección de Trabajo dedicará en 2020 una campaña específica para controlar el incumplimiento del registro de la jornada laboral.
Transcurrido el primer semestre desde su obligatoriedad, ya han empezado a repercutirse las consecuencias de infringir la normativa sobre el registro de jornada. La Inspección de Trabajo está actuando a conciencia y el balance que acaba de publicar revelan el fin del “período de gracia” que la Administración concedió para dar tiempo a que empresas y representantes de trabajadores pactaran la elección de un sistema fiable de registro horario y procedieran a implantarlo.
La Inspección de Trabajo y Seguridad Social ha hecho públicos los primeros datos sobre su labor de inspección desde mayo a octubre de este año relacionada con el registro de jornada y la lucha contra la precariedad laboral en lo relativo a horario de trabajo y horas extraordinarias.
En total, según los datos facilitados por el Ministerio de Trabajo, las actuaciones relacionadas con el tiempo de trabajo del último semestre se han saldado con 5.363 expedientes de la Inspección, un 4% más que en el semestre anterior, y se han impuesto infracciones al 18,3% de las empresas inspeccionadas. El total de las infracciones reclamadas a las empresas ascienden a 1,26 millones de euros de los que 1,15 millones se deben a expedientes sobre tiempo de trabajo y 113.000 euros al registro de la jornada.
Este primer balance tras la aplicación de la nueva normativa sobre el registro obligatorio de la jornada detalla que, entre mayo y octubre, los inspectores de Trabajo abrieron 2.000 expedientes relacionados exclusivamente con la implantación y aplicación de un sistema diario para controlar cuántas horas trabaja la plantilla. De los 500 expedientes que ya se dan por concluidos entre estos, 107 han acabado con una sanción. Es decir, han sido multadas el 20% de las empresas inspeccionadas sólo por su sistema para fichar. Otros 189 expedientes se han acompañado de un requerimiento para subsanar situaciones irregulares. De no hacerlo, la empresa inspeccionada se arriesga a recibir una sanción.
Este porcentaje puede servir de indicador porcentual de lo que se encontrará cuando aumente el número de expedientes.
Hasta ahora, las infracciones por procedimientos de la Inspección relacionados con el registro horario ascienden a 113.000 euros. Por lo que, de media, a las empresas infractoras se les reclaman unos 1.000 euros de multa. Recordemos que la cuantía de las multas previstas por el régimen sancionador de la ley oscila entre los 626 y los 6.250 euros.
Desde que el Real Decreto-ley 8/2019 entró en vigor en mayo, las organizaciones de inspectores se manifestaron convencidos de que su efecto se reflejaría, además de en las multas, en la reducción de las horas trabajadas que ni se pagan ni se cotizan, como en la práctica ha sucedido y ya reflejamos en este blog.
En el futuro inmediato se reforzarán estas inspecciones, ya que al mismo tiempo que publicaba este balance, la Inspección de Trabajo ha anunciado que en el 2020 va a poner en marcha una campaña específica de control del registro de jornada coordinada con las comunidades autónomas.
La implantación de un sistema de registro horario no es caro ni difícil, incumplir el registro de la jornada laboral, si
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Fuente: eldiario.es